Aunque este video es antiguo, yo no lo había visto antes, de modo que lo comparto ahora que lo he encontrado. Como suele pasar con videos de este estilo, puede que te deje completamente indiferente - a mí me ha encantado.
El video está en inglés, pero aunque no estés muy puesto en la lengua de Shakespeare, no es difícil entender lo que está pasando (y además voy a describirlo brevemente por si las moscas). Se trata de una demostración de un proyecto del MIT, un robot llamado Leonardo. El proyecto trata (o trataba, porque no consigo encontrarlo en las páginas del MIT aunque hay enlaces antiguos que ya no funcionan) de crear un robot que pueda aprender e interactuar con los humanos mediante el diálogo, de modo que no haga falta saber programar para enseñarle a realizar tareas complicadas.
En el video puedes ver a Leonardo (que entonces aún no tenía una cara propiamente dicha, aunque posteriormente se la añadieron). Es un robot bastante complejo (tiene 61 grados de libertad, 32 de ellos en la cara) que, hasta cierto punto, es capaz de entender e interpretar el lenguaje humano y responder mediante lenguaje corporal. Leonardo no habla, pero puede, como verás en el video, afirmar o negar con la cabeza e incluso mostrar perplejidad - estoy seguro de que otras emociones también, pero no he podido encontrar más videos. Si los encuentras, por favor, pon un comentario para que todos podamos verlos.
El robot tiene delante de él unos botones que se encienden o apagan al presionarlos, y durante el video verás como la instructora le enseña a encender botones y, lo que es más impresionante, le muestra el concepto de “encender todos los botones”. Al principio el robot no lo entiende y la instructora tiene que corregir su error, pero entonces Leonardo comprende el concepto y consigue encender los botones.
Pero es que hay más - a continuación la instructora descubre un botón adicional, y el robot es capaz de generalizar “todos los botones” de modo que cuando se le pide que los encienda todos también incluye el nuevo botón en la lista. Además, cuando su instructora trata de deshacer lo que el robot está haciendo (apagando un botón ya encendido), el robot vuelve a ese botón para encenderlo de nuevo y que estén todos encendidos.
Vamos, que es capaz de entender un concepto nuevo y generalizarlo, y todo a partir del lenguaje natural que podría emplearse con un niño. Sí, no actúa muy rápido, y no hace cosas espectaculares, pero es un paso hacia delante. Espero que lo disfrutes tanto como yo: