Pues eso: que nos vamos al otro lado del charco a pasar un rato con la familia de Geli. Creo que, salvo por unos diez días al final, debería estar conectado sin problemas y mi intención es seguir escribiendo, de modo que no debería notarse diferencia. Pero nunca se sabe, se me puede comer un oso, así que quería dejar esto aquí para que sepáis la razón si no contesto a comentarios a tiempo o no se publican entradas al ritmo que deben. Si pasa cualquiera de esas cosas, no lo dudéis – ha sido un oso.