Una breve entrada para daros dos noticias, una buena y una mala (esto parece un chiste). Primero la mala –para vosotros, espero, pero desde luego no para mí–: mañana nos vamos de vacaciones. Esta vez vamos a hacer algo diferente a otros años, y en la primera etapa viajaremos en coche por varios sitios durante un par de semanas. Esto significa que durante esas dos semanas no habrá nuevas entradas, porque ni siquiera sé cuándo ni cómo tendremos acceso a Internet.

Además, puesto que con Octopress necesito actualizar El Tamiz manualmente para que aparezcan comentarios nuevos, es muy probable que no aparezcan siquiera comentarios durante varios días. Si consigo acceso a Internet en un hotel, me ocuparé de actualizar los comentarios, pero no os sorprendáis si esto parece en coma durante tres o cuatro días. El día 28-29 estaremos de nuevo en casa durante un par de semanas y espero entonces publicar algo nuevo. ¡Paciencia!

Ahora la buena noticia: de vez en cuando alguno de vosotros nos ayuda de alguna manera cuando lo que hace profesionalmente puede servir de algo. El ejemplo más claro es Samuel, de Daelinka, que nos proporciona hospedaje y sabiduría técnica gratis. Bueno, hoy se ha unido otro al pastel.

Pol, de Homo Ludicus, no sólo nos ha enviado unos cuantos juegos de mesa para que disfrutemos nosotros mismos, sino que además se ha ofrecido para hacer de sponsor de un par de Desafíos. Lo que esto significa es que, cuando empiece el curso escolar y publiquemos de nuevo desafíos físicos y matemáticos, esta vez el ganador no sólo recibirá un beso virtual en los morros, sino un juego cortesía de Pol y Homo Ludicus.

Pol se ha comprometido a entregar dos premios, y como uno de los juegos que me ha mandado –Agricola– ya lo tengo, ése también irá destinado a un tercero, con lo que tres desafíos del año que viene tendrán un premio como Dios manda. Y si alguien no sólo le compra algo sino que le dice que viene de aquí, lo mismo se anima y os regala algún juego más como premio.

Hala, a disfrutar, que os aseguro que yo lo haré cuando esté comiendo sardinas o bacalao en Lisboa…