Esta breve entrada es solo para demostraros que no solo estoy vivo, sino vivito y coleando, aunque no escriba (por ahora). Ayer y hoy he dado un par de charlas sobre mecánica cuántica en la Facultad de Ciencias Físicas de la Universidad Complutense de Madrid, como parte de sus seminarios para la asignatura Fundamentos de Física II, gracias a la amable invitación de Vicente, uno de los profesores de la asignatura.
Hay pocas cosas más agradables que charlar sobre Física con gente inteligente, así que me he divertido mucho, como siempre que doy una charla. Además, todo ha sido agradabilísimo: los anfitriones me han tratado como un rey, y los alumnos han sido encantadores. Luego la gente se queja de la “juventud de hoy en día”, jajaja… los de ayer y hoy eran inquisitivos, educados, críticos, inteligentes… una vergüenza, vamos.
Total, que me lo he pasado teta. La guinda del pastel ha sido el alumno (a quien no pregunté su nombre porque soy imbécil, perdóname si lees esto) que ha venido al final a decirme que está haciendo Ciencias Físicas, en parte, por mi culpa y la de El Tamiz. Si ves esto, como te dije en ese momento, no hay nada más emocionante que nadie pudiera decirle a un profesor. Solo por ese comentario daría diez conferencias.
Así que escribir, por ahora, no escribo, pero de vez en cuando intentaré asomar la cabeza para que no penséis que me ha pasado algo. Aprovecho para agradecer a Amparo, a Vicente y al resto de mis anfitriones que me hayan permitido pasar un rato tan agradable a su lado.
Os aseguro que si algo parecido se repite y es público, os hablaré de ello antes, y no después de haber pasado, pero en este caso no tenía sentido porque era un acto cerrado.