El objetivo de esta breve entrada no es más que avisarte de otra de esas noticias “bomba” que crean titulares engañosos pero se extienden como la pólvora. Hace unos meses que había oído ésta, pero como no tuvo mucho eco, no quise darle publicidad. Sin embargo, vuelve ahora con más fuerza que antes y no quiero quedarme callado. Me refiero a la noticia de que tal vez podamos usar agua salada como combustible, de acuerdo con los experimentos del inventor John Kanzius.
¿Mi opinión? La del título: thbpppbpt! (que, por cierto, es una pedorreta).
Básicamente, el sistema que está desarrollando Kanzius se basa en hacer incidir sobre el agua radiación electromagnética de una frecuencia determinada y, a continuación, “quemar el agua”. Lo que está sucediendo, naturalmente, es algo nada misterioso, en absoluto mágico, y que hace una estupidez el pretender que el agua sea “el combustible del futuro”.
Lo que pasa es básicamente lo siguiente: la radiación disocia las moléculas de agua en hidrógeno y oxígeno gaseosos. Al aplicar una llama sobre el agua, se quema el hidrógeno y se produce energía. Hasta aquí todo correcto. El sistema ha sido comprobado, al parecer, por un químico de la Penn State University, que asegura que no es un truco.
Pero, vamos a ver, ¿de dónde se obtiene energía en el proceso? ¿Al quemar hidrógeno? Cuando se quema hidrógeno, se libera energía y se produce…agua. ¡Pero si antes se ha roto la molécula de agua utilizando energía! Si el proceso fuera de una eficacia total, entonces estaríamos gastando la misma energía para romper el agua que la que obtenemos luego. De hecho, el propio Kanzius reconoce que, ahora mismo, su sistema gasta más energía de la que produce, pero que está trabajando en ello y veremos qué consigue (lo cual me recuerda un poco a los intentos por construir móviles perpetuos hace unos siglos).
De manera que la idea de ir al mar, coger un vaso de agua salada y quemarla para producir energía limpia es absurda porque, antes, tienes que gastar la misma (en la realidad, más) energía para obtener el hidrógeno. Pero, además, ¿qué tiene de novedoso esto? Tenemos ya autobuses de hidrógeno. Conocemos la electrólisis del agua desde hace muchísimo tiempo. No comprendo bien por qué este invento, aunque interesante, ha sido considerado por algunos medios como la revolución energética del siglo.
¿Quiere esto decir que es un invento inútil? No. Mi thbpppbpt no es hacia el invento en sí, es hacia la idea de que el agua sea un “combustible limpio”. El agua no es ningún combustible, lo es el hidrógeno, y hace falta energía para producirlo. Este sistema de Kanzius (si es que es más eficaz que la electrólisis normal, lo cual habría que estudiar) puede servir igual que una pila de combustible: para almacenar energía producida en algún otro sitio y poder utilizarla dónde y cuándo sea conveniente. Podrías tener una máquina de este tipo en casa conectada a un panel solar, producir hidrógeno y luego quemarlo en el coche - pero, como digo, esto no es nada nuevo.
De modo que, si te topas con la noticia (tal vez te hayas topado ya), al menos tienes otra opinión que compense un poco las de “conspiratorios” del estilo “sí, seguro que funciona pero las compañías petrolíferas y los gobiernos lo pararán, como siempre”. Afortunadamente, veo que no soy el único escéptico respecto al asunto.